jueves, 22 de noviembre de 2012

Yo me trabajo bien las redes sociales, ¿y tú?

Soy un asiduo usuario de las redes sociales, principalmente de Facebook y Twitter. Aunque es ésta última la que acapara la mayor parte de mi tiempo en los últimos meses.
De las dos, Facebook está más orientada a la vida privada, creada para compartir principalmente contenido personal, como pueden ser fotos, comentarios, mensajes por chat, etc. Mientras que Twitter es más flexible en este aspecto, ya que su tarea principal es la de difundir información. De manera que, en mi caso, también la considero una plataforma activa de búsqueda de empleo, porque sigo a varias empresas o webs relacionadas con esto y en las que suelo participar para optar a puestos interesantes.


Por lo tanto, Twitter me parece una red social de lo más polivalente y versátil, puesto que te permite englobar tanto el aspecto personal como el profesional o el enfocado a la búsqueda de empleo. Mi perfil de Twitter es público y personal, y en él escribo tuits acerca de mis intereses, mi vida y también ocurrencias varias, entre ellas opiniones de toda índole, desde actualidad hasta política económica. Pero ello no supone un inconveniente para utilizarlo en favor de la búsqueda de trabajo, sino todo lo contrario, ya que si una empresa o persona está interesada profesionalmente en ti, puede fijarse en todo aquello que se ha escrito y deducir muchas de las aptitudes y cualidades que puedes poseer. En mi caso, un punto a favor sería la escritura creativa y la capacidad de redacción, entre otras cosas.
En Twitter accedes a las ofertas de trabajo porque la empresa o web a la que sigues las publica periódicamente en tu Time Line y de ahí te enlaza a la página web donde se describe la oferta junto con el formulario de inscripción. Es una gran ventaja, ya que por ejemplo, TrabajoAlicante emite ofertas de la ciudad y alrededores, segmentando geográficamente tu búsqueda y facilitando el proceso. Además las ofertas provienen de todo tipo de webs (Infojobs, Trabajos.com, Monster, Yobalia, etc.) por lo que el abanico de ofertas es muy amplio además de constante.
Este es mi enlace a mi perfil de Twitter.


Y en el caso de la segunda red social, he tenido que crearme un perfil en Linkedin, ya que como he mencionado anteriormente, he descartado Facebook como herramienta de búsqueda de empleo debido a su carácter más privado.
Al crearme la cuenta, he introducido mis datos básicos y a partir de ahí ya he comenzado a completar el propio perfil profesional de la red. He subido una foto de carnet, la misma que utilizo en mi Currículum Vitae físico, ya que de cara a una red social de este tipo es indiscutible que el carácter de la foto debe ser profesional. A continuación he completado mi formación académica, indicando mis estudios en la Universidad de Alicante, y los finalizados anteriormente.
Posteriormente he introducido mi experiencia laboral, que se ha visto limitada a una sola referencia, ya que el otro empleo que tuve fue durante los meses de verano durante tres años, algo que no se puede indicar de forma fragmentada en Linkedin.
Y por último he completado el apartado de idiomas e información adicional. Y en el apartado de aptidudes he escogido etiquetas relacionadas con la publicidad y la comunicación, además de otros intereses como el cine y los libros.
Este es el enlace a mi perfil de Linkedin.

Y a modo de conclusión, romper una lanza a favor de las redes sociales, ya que explotadas para tal fin puede resultar una herramienta fundamental a la hora de obtener resultados satisfactorios en la búsqueda de empleo. Ya que se trata de un método directo, inmediato y muy dinámico, donde podemos acotar aquello que buscamos de forma muy concreta y definida. Lo único que debemos tener es paciencia y ser constantes. Porque si lo somos, la recompensa nos llegará en forma de puesto de trabajo.

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