jueves, 18 de octubre de 2012

De mayor quiero ser...

A lo largo de nuestra formación académica en publicidad y relaciones públicas, nos plantean de forma constante y recurrente una misma pregunta: "¿Qué tenéis pensado hacer cuando acabéis?"
La respuesta más obvia es: trabajar. Pero la cosa se complica cuando tenemos que indagar en nuestro interior para poder encontrar la respuesta a la siguiente pregunta consecuente: "¿Y en qué queréis trabajar?"

En el ámbito profesional publicitario hay una gran gama de profesiones y especializaciones dedicadas cada una de ellas a un ámbito concreto y específico del sistema publicitario, y en los últimos años esto se ha ido ampliando con la irrupción de la comunicación 2.0.
En mi caso, la parte que más me atrae es la redacción, es decir, todo lo referente a la creación de textos publicitarios, por lo que la figura que más se adaptaría a mí sería el copy. Ya que me gusta mucho escribir y me fascina todo lo relacionado con las letras, la redacción creativa, la escritura, la ortografía, la lengua, etc. Aunque soy consciente de que es algo complicado hoy en día poder asentarse en un puesto así, ya que no hay demanda en este puesto, y puede que, por desgracia, haya mucha oferta para acceder a él. Pero quién sabe, la esperanza es lo último que se pierde.
 Uno de los grandes publicistas del s.XX fue David Ogilvy, y sus comienzos en la profesión fueron bastante inciertos y frustrantes, tanto en el aspecto académico como en el laboral. Pero poco a poco fue forjándose su reputación y fue ascendiendo en el escalafón publicitario hasta convertirse en el publicitario más importante de su tiempo. También tuvo su época de copy, en las que sus colaboraciones como redactor fueron muy significativas en la evolución de la comunicación publicitaria.
Con esto, no me quiero comparar ni mucho menos, con el gran Ogilvy, simplemente es un ejemplo de que los caminos inciertos a veces te llevan a la cumbre más elevada.
En este enlace e explica detalladamente la vida de este profesional que marcó un antes y un después en la profesión publicitaria: http://www.lahistoriadelapublicidad.com/protagonistas_ficha.php?Codnot=5

Y otro de los aspectos laborales de la publicidad que más interés me suscita es el de la reciente figura de community manager. Como fiel consumidor de redes sociales y de internet en general, creo que es un puesto que sería muy de mi agrado y que me sabría desenvolver con bastante soltura teniendo también en cuenta lo anterior, que se me da bien redactar y en la web es muy importante saber hacerlo y saber escoger las palabras para atraer a los internautas que nos interesen.
Como es un puesto muy reciente en el sistema publicitario, no existen todavía figuras de renombre que puedan ejercer como piedra angular o ejemplo a seguir, por lo que debemos basarnos en publicistas que hoy en día se encarguen de ese tema y que su puesto esté vinculado al del community manager, o ya desempeñen el rol del mismo.

Teniendo en cuenta estos aspectos, creo que la titulación de la que vamos a salir formados en breve, necesita un programa más extenso en lo referente a internet, web, redes sociales y en genera, comunicación 2.0. Es comprensible que es un fenómeno reciente y que debe implantarse definitivamente en el sector de la publicidad, pero sería conveniente ir introduciendo unas pinceladas en el ámbito académico para que el progreso sea más paulatino y se adapte de forma ecuánime por las dos partes.

jueves, 11 de octubre de 2012

Yo, mi, me, conmigo 2.0

Hace ya un tiempo, cuando empezaba mis andaduras por la red y todo me parecía nuevo, brillante y sorprendente, puse mi nombre en Google para ver qué aparecía de mí en internet o quiénes podían llegar a llamarse como yo. El resultado en aquel entonces fue, evidentemente, frustrante, ya que no estaba presente en ninguna red social y era, por decirlo de alguna manera, un virgen internauta.

Tras casi 10 años, he vuelto a buscar mi nombre. El resultado ha sido completamente distinto, ya que esta vez sí que aparecía, tanto con comillas como sin ellas. Pero todas esas páginas, sobre todo en el caso de mi nombre con comillas, provenían, salvo en el caso de un about.me totalmente desangelado y sin información sobre mí (ironía poética) y de un resultado del blog de la asignatura, de dos únicas fuentes: Facebook y Twitter. En ambos casos los primeros resultados responden a las propias páginas de mi perfil en cada red social, y luego el resto son las sucesivas interacciones que he tenido con el resto de la red. Es curioso el caso de Twitter donde resalta los tuits tratados acerca de un tema o noticia y expone tu comentario relacionado con ello. De este modo, la cantidad mayoritaria de resultados con mi nombre corresponde a Twitter, ya que es donde más activo estoy en los últimos meses.

Sinceramente, estoy contento con los resultados finales de mi búsqueda. En el caso de Facebook, solo aparece mi página de perfil, bloqueada pero donde se pueden ver los gustos e intereses que tengo. Algo que también queda reflejado en todos los enlaces de Twitter sobre mi persona. Es decir, si alguien se pusiera a mirar eso mismo se daría cuenta de que tengo un amplio abanico de intereses. Que puedo hablar y comentar e incluso aportar información sobre temas actuales de toda índoles y hacerlo de una manera fluida, correcta y constructiva. E incluso podría observar que tengo una creatividad y originalidad que reflejo en muchos de mis tuits o comentarios.
También he de decir que me gustaría aparecer en más resultados, como tener un blog de interés cultural, de cine y televisión o publicitario, o en general de todo, y que estuviera bien nutrido, con información rica y abundante. Porque en ese aspecto profesional, el día de mañana me gustaría encaminarme hacia el trabajo de copy o redactor publicitario y un blog como el que he comentado sería un buen exponente de buen hacer en cuanto a ese tema.

Pero también he de decir, que aún hay tiempo de crear las páginas y blogs que creamos convenientes o interesantes para mejorar o relanzar o impulsar nuestra reputación online y así ser objetivo de un oteador empresarial en busca de nuevos talentos 2.0.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Vivir para no trabajar

Desgraciadamente, el título de este post es la cruda realidad para el 50% de los jóvenes en nuestro país. Ya que esa cifra corresponde al desempleo juvenil que azota a las nuevas generaciones de titulados y chavales que buscan por primera vez su trabajo.

Hace pocas semanas salía a la luz el dato relativo a los "ninis", el nombre con el que se conoce a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Este dato reflejaba que casi una de cada cuatro personas con edades comprendidas entre 15 y 29 años no tiene ocupación laboral ni académica. La cifra del 23,7% es escalofriante comparándola con otros países desarrollados y que igualmente están en crisis.

Pero cabe destacar que un gran número de estos jóvenes, no estudian porque ya finalizaron sus estudios, en muchos casos universitarios, y no tienen oportunidades laborales simplemente porque el panorama en España es desolador, y no basta con llevar una titulación bajo el brazo para que te contraten hoy en día.
¿Qué se necesita? Pues algo "más". Y ese "más" puede ser cualquier cosa dependiendo de cada caso y de qué empleo se busque.

En el caso de los publicitarios, en mi opinión, algo imprescindible actualmente es estar al tanto de la realidad cambiante del mundo de las nuevas tecnologías y el mundo de internet.
En el primer caso porque cada nuevo aparato o sistema trae consigo de forma inherente una nueva forma de comunicar, e incluso varias. Ya ocurrió con los móviles, ahora acentuado todavía más con la irrupción y aumento de protagonismo de los "smartphones". También ocurre esto con las tablets. Por tanto, hay que ser conscientes de todo aquello innovador y relevante.
En el segundo caso, va ligado de forma intrínseca al primero, y es el de internet. Surgen nuevos medios de comunicar como las redes sociales donde la publicidad es algo fundamental. Portales como Youtube o software como Spotify son elementos indispensables a conocer por el publicitario de hoy en día en todas sus dimensiones.
En este aspecto, personalmente, me considero un buen conocedor de todos estos elementos tanto de la red como tecnológicos. Me gusta investigar e informarme sobre todas estas novedades y sorprenderme con la gran capacidad de invención y de comunicación que aún nos queda por descubrir.

A grandes rasgos, lo principal que se pide de un publicista es que sea creativo, siendo a veces indispensable la posesión de un portfolio bien nutrido. No todo en un profesional de la publicidad es la creatividad, ni mucho menos. O en muchos casos, una mente puede ser deslumbrantemente creativa pero de una forma que no puede ser canalizada a través de unas imágenes, algo que en una primera impresión de entrevista no queda reflejado. También exigen experiencia, una contradicción absoluta que acaba siendo un círculo vicioso frustrante para el que busca empleo.

En definitiva creo que las aptitudes nunca quedan reflejadas de forma absoluta ni fidedigna en ningún portfolio o acta de notas. Muchas de estas aptitudes se van mostrando a lo largo de las experiencias laborales, e incluso algunas de ellas pueden surgir en un momento determinado bajos circunstancias determinadas. Por lo que lo importante es que se dé una oportunidad a los jóvenes que salen suficientemente preparados de sus respectivas titulaciones. Si muchos empresarios hicieran esto, no se arrepentirían en absoluto.

domingo, 7 de octubre de 2012

Con la crisis hemos topado

Fue en el año 2008 cuando empezó el terrible azote de la crisis. Cuatro años más tarde continuamos igual, y muchos coincidirán, en que incluso peor que al comienzo de la debacle económica. Y lo peor de todo es que las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas: las previsiones indican que el paro continuará aumentando, habrá más recortes en aspectos fundamentales como sanidad y educación y, en definitiva, empeorará nuestra calidad de vida y nuestro estado del bienestar continuará tambaleándose peligrosamente.

A todo esto, como es lógico, no escapa el mercado publicitario. Como hacen constar varios informes, como el de Infoadex, las inversiones publicitarias en medios convencionales y no convencionales se han visto reducidas un 6,5 % en el año 2011. Y si el dato ya mostraba una fuerte contracción del mercado publicitario en España, el dato concerniente al primer trimestre del año 2012 empeora la situación de manera alarmante, ya que nos encontramos ante un descenso del 14,7 % de la inversión en los primeros meses de este año. Lo que conducirá a una irremediable cifra negativa en el cómputo global a final de año, posiblemente empeorando los datos del año anterior.

Pese a este panorama desolador, hemos de pensar y tener presentes que en toda crisis hay oportunidades. Incluso mejores oportunidades que en tiempos de bonanza, si se sabe manejar y buscar adecuadamente. En este caso, podemos tomar como referencia los únicos datos positivos que arroja el estudio, y es que el único ámbito que crece es el de la publicidad en internet. Todo lo que rodea la red es un pozo sin fondo de oportunidades y recursos para un publicitario en busca de empleo, ya que últimamente lo más demandado por las empresas está relacionado con este área. Y lo más importante de todo, que es un medio por explotar, debido a la ingente cantidad de posibilidades que se pueden dar gracias a la versatilidad del propio formato que es internet.

Ahí radican nuestras esperanzas. En las nuevas tecnologías, la nueva comunicación y todas aquellas maneras de comunicar que aún estén por llegar, o que incluso, quién sabe, podamos llegar a encontrar o crear nosotros mismos y sacarlas a la luz.