miércoles, 10 de octubre de 2012

Vivir para no trabajar

Desgraciadamente, el título de este post es la cruda realidad para el 50% de los jóvenes en nuestro país. Ya que esa cifra corresponde al desempleo juvenil que azota a las nuevas generaciones de titulados y chavales que buscan por primera vez su trabajo.

Hace pocas semanas salía a la luz el dato relativo a los "ninis", el nombre con el que se conoce a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Este dato reflejaba que casi una de cada cuatro personas con edades comprendidas entre 15 y 29 años no tiene ocupación laboral ni académica. La cifra del 23,7% es escalofriante comparándola con otros países desarrollados y que igualmente están en crisis.

Pero cabe destacar que un gran número de estos jóvenes, no estudian porque ya finalizaron sus estudios, en muchos casos universitarios, y no tienen oportunidades laborales simplemente porque el panorama en España es desolador, y no basta con llevar una titulación bajo el brazo para que te contraten hoy en día.
¿Qué se necesita? Pues algo "más". Y ese "más" puede ser cualquier cosa dependiendo de cada caso y de qué empleo se busque.

En el caso de los publicitarios, en mi opinión, algo imprescindible actualmente es estar al tanto de la realidad cambiante del mundo de las nuevas tecnologías y el mundo de internet.
En el primer caso porque cada nuevo aparato o sistema trae consigo de forma inherente una nueva forma de comunicar, e incluso varias. Ya ocurrió con los móviles, ahora acentuado todavía más con la irrupción y aumento de protagonismo de los "smartphones". También ocurre esto con las tablets. Por tanto, hay que ser conscientes de todo aquello innovador y relevante.
En el segundo caso, va ligado de forma intrínseca al primero, y es el de internet. Surgen nuevos medios de comunicar como las redes sociales donde la publicidad es algo fundamental. Portales como Youtube o software como Spotify son elementos indispensables a conocer por el publicitario de hoy en día en todas sus dimensiones.
En este aspecto, personalmente, me considero un buen conocedor de todos estos elementos tanto de la red como tecnológicos. Me gusta investigar e informarme sobre todas estas novedades y sorprenderme con la gran capacidad de invención y de comunicación que aún nos queda por descubrir.

A grandes rasgos, lo principal que se pide de un publicista es que sea creativo, siendo a veces indispensable la posesión de un portfolio bien nutrido. No todo en un profesional de la publicidad es la creatividad, ni mucho menos. O en muchos casos, una mente puede ser deslumbrantemente creativa pero de una forma que no puede ser canalizada a través de unas imágenes, algo que en una primera impresión de entrevista no queda reflejado. También exigen experiencia, una contradicción absoluta que acaba siendo un círculo vicioso frustrante para el que busca empleo.

En definitiva creo que las aptitudes nunca quedan reflejadas de forma absoluta ni fidedigna en ningún portfolio o acta de notas. Muchas de estas aptitudes se van mostrando a lo largo de las experiencias laborales, e incluso algunas de ellas pueden surgir en un momento determinado bajos circunstancias determinadas. Por lo que lo importante es que se dé una oportunidad a los jóvenes que salen suficientemente preparados de sus respectivas titulaciones. Si muchos empresarios hicieran esto, no se arrepentirían en absoluto.

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