jueves, 11 de octubre de 2012

Yo, mi, me, conmigo 2.0

Hace ya un tiempo, cuando empezaba mis andaduras por la red y todo me parecía nuevo, brillante y sorprendente, puse mi nombre en Google para ver qué aparecía de mí en internet o quiénes podían llegar a llamarse como yo. El resultado en aquel entonces fue, evidentemente, frustrante, ya que no estaba presente en ninguna red social y era, por decirlo de alguna manera, un virgen internauta.

Tras casi 10 años, he vuelto a buscar mi nombre. El resultado ha sido completamente distinto, ya que esta vez sí que aparecía, tanto con comillas como sin ellas. Pero todas esas páginas, sobre todo en el caso de mi nombre con comillas, provenían, salvo en el caso de un about.me totalmente desangelado y sin información sobre mí (ironía poética) y de un resultado del blog de la asignatura, de dos únicas fuentes: Facebook y Twitter. En ambos casos los primeros resultados responden a las propias páginas de mi perfil en cada red social, y luego el resto son las sucesivas interacciones que he tenido con el resto de la red. Es curioso el caso de Twitter donde resalta los tuits tratados acerca de un tema o noticia y expone tu comentario relacionado con ello. De este modo, la cantidad mayoritaria de resultados con mi nombre corresponde a Twitter, ya que es donde más activo estoy en los últimos meses.

Sinceramente, estoy contento con los resultados finales de mi búsqueda. En el caso de Facebook, solo aparece mi página de perfil, bloqueada pero donde se pueden ver los gustos e intereses que tengo. Algo que también queda reflejado en todos los enlaces de Twitter sobre mi persona. Es decir, si alguien se pusiera a mirar eso mismo se daría cuenta de que tengo un amplio abanico de intereses. Que puedo hablar y comentar e incluso aportar información sobre temas actuales de toda índoles y hacerlo de una manera fluida, correcta y constructiva. E incluso podría observar que tengo una creatividad y originalidad que reflejo en muchos de mis tuits o comentarios.
También he de decir que me gustaría aparecer en más resultados, como tener un blog de interés cultural, de cine y televisión o publicitario, o en general de todo, y que estuviera bien nutrido, con información rica y abundante. Porque en ese aspecto profesional, el día de mañana me gustaría encaminarme hacia el trabajo de copy o redactor publicitario y un blog como el que he comentado sería un buen exponente de buen hacer en cuanto a ese tema.

Pero también he de decir, que aún hay tiempo de crear las páginas y blogs que creamos convenientes o interesantes para mejorar o relanzar o impulsar nuestra reputación online y así ser objetivo de un oteador empresarial en busca de nuevos talentos 2.0.

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